ESCRITORES ECUATORIANOS:

ESCRITORES ECUATORIANOS:
  • Jorge Icaza
  • Medardo Ángel Silva
  •  Cesar Dávila Andrade
  • Juan Montalvo.
 
SUS BIOGRAFÍAS: 

1. Jorge Icaza:
    
Jorge Icaza Coronel (Quito, 10 de Junio de 1906 -Ib., 26 de Mayo de 1978) fue un novelista ecuatoriano. Después de graduarse en la Universidad Central del Ecuador, en Colombia trabajó como escritor y director teatral. Ya había escrito seis obras teatrales, cuando en 1934 fue publicada su más célebre novela, Huasipungo , que le daría fama internacional y que lo llevaría a ser el escritor ecuatoriano más leído de la historia republicana. Es considerado junto con el boliviano Alcides Arguedas y los peruanos Ciro Alegría y Jose María Arguedas como uno de los máximos representantes del ciclo de la narrativa indigenista del siglo XX. Era conocido como el Ñaño.
Cuando tenía tres años, muere su padre, José Antonio Icaza Manzo. Así que fue llevado a la Hacienda Chimborazo, en la provincia del mismo nombre que era propiedad de su tío materno, Enrique Coronel. Así entró en contacto con la realidad social ecuatoriana que marcó toda su obra. La cercanía con los indígenas lo hizo muy sensible a esa realidad de sometimiento y pobreza. A los seis años, su madre, Amelia Coronel Pareja se casa en segundas nupcias y lo abandona. La familia Salazar Gómez lo acoge, y luego su madre se traslada de nuevo a Quito. Estudió en el colegio San Gabriel, regentado por los padres jesuitas, pero se graduó finalmente en el Instituto Nacional Mejía, de carácter público.
Se decidió a estudiar Medicina en la Universidad Central del Ecuador, pero luego de la muerte de su padrastro y su madre, abandonó la carrera.
2. Medardo Ángel Silva

 (Guayaquil, 1899-1919) Poeta ecuatoriano. De formación realmente autodidacta y origen humilde, ejerció como maestro de escuela; quizá su condición de mulato influyó en el pesimismo que llenó su vida, en una sociedad todavía lejana del sentimiento humano de la comprensión y la convivencia. No se ha podido concretar si lo impulsó al suicidio un desengaño amoroso o si murió a manos de un rival por celos.
La obra de Silva se contiene en dos volúmenes: El Árbol del Bien y del Mal, que él mismo editara en 1917, y Poesías escogidas, una selección que Gonzalo Zaldumbide publicó en 1926, en París. Silva era el menor, y acaso el más importante poeta de la generación del novecientos que introdujo el modernismo en la literatura ecuatoriana. Medardo Ángel Silva, de origen humilde, padeció el "mal del tedio", y toda su obra, de gran pureza formal, es un canto de amor a la muerte.
Poeta del dolor, del "spleen", del amor imposible, del hastío de vivir, ha dejado algunas de las más bellas páginas de la literatura ecuatoriana. Estuvo, como sus compañeros de generación (Arturo Borja, Humberto Fierro, Ernesto Noboa y Caamaño) bajo la influencia directa de los simbolistas franceses, especialmente de Verlaine y Baudelaire. Era un adolescente cuando escribió "Libro de Amor", "Las Voces Inefables", "Estancias", "Estampas Románticas". Es también autor de prosas poéticas y de una pequeña novela titulada María Jesús.
3. Juan Montalvo 

Nació el 13 de abril de 1832 en Ambato, Tungurahua. Hijo de Josefa Fiallos y José Santos Montalvo.
Su obra se desarrolla en varios campos, sobre todo en el periodismo político de corte liberal, dirigido contra los dirigentes conservadores de su país: El Cosmopolita y Las Catilinarias (1866-1882). En junio de 1876 aparecen los opúsculos que constituirían "El Regenerador", serie que se publicará hasta 1878. El más importante de estos escritos es "Lecciones al Pueblo.
En su libro Siete tratados (1882) trata temas filosóficos, episodios de la historia hispanoamericana, personalidades del continente. Su interés por la obra de Cervantes le hace escribir Capítulos que se le olvidaron a Cervantes (1895). Además destaca Geometría moral (1917), donde hace consideraciones sobre la ética. Otros títulos suyos son Mercurial eclesiástica (1884), El Regenerador (1878) y El Espectador (1888). Juan Montalvo falleció en París el 17 de enero de 1889.

4.César Dávila Andrade
                                                   
 Poeta, narrador y ensayista ecuatoriano nacido en Cuenca. De familia modesta, tuvo que abandonar sus estudios para trabajar en diversas ocupaciones. Su obra neorromántica y surrealista, alcanzó su plenitud al final de los años cuarenta cuando publica sus libros de poemas, Oda al Arquitecto (1946) y Espacio me has vencido (1947); y más tarde, Catedral salvaje (1951), Boletín y elegía de las mitas (1956), Arco de instantes (1959), En un lugar no identificado (1963), Conexiones de tierra (1964) y La corteza embrujada (1966). Entre sus cuentos destacamos, Abandonados en la tierra (1952), Trece relatos (1955) y Cabeza de gallo (1966). Formó parte del grupo literario Madrugada y a partir de 1951 vivió en Venezuela, dónde ejerció como periodista y reafirmó su carrera como escritor y poeta. Allí, debido a su vida bohemia y angustiosa le llevaron al suicidio en Caracas en 1967. Dávila Andrade fue un nombre fundamental en el proceso evolutivo y en la madurez de la lírica ecuatoriana de la segunda mitad del siglo XX.

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